Conversamos con quienes han encabezado la labor de SOCHIVAS sobre el panorama que viene para nuestra sociedad médica y para la Cirugía Vascular.
Al comenzar este 2021, con la huella del difícil año 2020 aún tan presente y una perspectiva que se avista todavía complicada para los meses venideros, debido a la pandemia por COVID19, quisimos analizar el panorama que este escenario plantea tanto a nuestra especialidad de Cirugía Vascular como a SOCHIVAS. Para ello, conversamos con quienes han encabezado nuestra organización desde su fundación hasta ahora, a quienes planteamos la siguiente pregunta:
El 2020 fue un año bastante especial, dada la pandemia por el Covid19; desde su perspectiva, ¿cómo ha afectado esto en la práctica y desarrollo de la Cirugía Vascular en Chile y qué desafíos esta situación plantea a SOCHIVAS para el año 2021?
2020: Un año de aprendizajes
No fue sorpresa que todos coincidieran en que el 2020 fue un año especial y difícil, “La pandemia ha cambiado al mundo, todos nos hemos visto obligados a esforzarnos para moldear nuestros comportamientos y costumbres habituales, sea por imposición de las medidas sanitarias, conciencia social o temor a que nos infectemos e infectemos a nuestras familias”, dice el Dr. Gustavo Sepúlveda Monsalve, actual presidente del Directorio (2020-2021). A su vez, el Dr. Eitan Schwartz Yuhaniak – presidente 2018-2019 -, hace ver que “la pandemia ha traído como consecuencia un stress importante al sistema de salud chileno, en especial a lo que respecta a camas de paciente crítico, hecho que es de esperar se repita en un futuro cercano”.
En referencia al ámbito específico de la cirugía vascular, los especialistas consultados coinciden en que el 2020 estuvo lleno de aprendizajes. “La pandemia no ha hecho enfrentar diversos desafíos”, parte diciendo el Dr. Felipe Corvalán Zúñiga, presidente 2016-2017. Y detalla esos desafíos: “primero, adaptarse a una nueva situación, un escenario desconocido donde debimos sacar lo mejor de nosotros para seguir ayudando a nuestros pacientes; también debimos ser capaces de priorizar las patologías más urgentes para no colapsar el sistema con hospitalización menos graves en el peor momento de la pandemia; por otra parte, fuimos capaces de reconocer que el COVID trajo consigo un aumento de las trombosis venosas y arteriales en diversos órganos y segmentos de nuestro cuerpo, y, por último, el desafío tecnológico fue importante y el adaptarse a realizar actividades clínicas y docentes en formato on line sin duda fue un desafío y un aprendizaje”.
Eitan Schwartz recalca que, como cirujanos vasculares se han visto enfrentados a un importante aumento de complicaciones vasculares propias de los pacientes críticos, además de las complicaciones asociadas a pacientes infectados con COVID19. Añade que, además, “un importante número de pacientes no han podido resolver sus patologías electivas de forma oportuna ni acudir a un adecuado seguimiento de sus enfermedades crónicas, debiendo postergar su resolución o, peor aún, acudir de forma urgente ante complicaciones evitables en tiempos normales”, lo que “ha significado un importante esfuerzo para los cirujanos vasculares, teniendo que adaptar nuestra práctica diaria para hacer frente a estos cambios”. Sobre lo mismo, Gustavo Sepúlveda acota: “en nuestro trabajo diario, como cirujanos vasculares, hemos tenido que cerrar nuestras consultas para priorizar las patologías de urgencia en desmedro de las crónicas y sin urgencia; algunas de estas últimas están pasando la cuenta ahora, asomando complicaciones y necesitando tratamientos más complejos, luego de haber vuelto a realizar algunas actividades más electivas”. En ese contexto, el Dr. Corvalán valora como “fundamental el contacto con los países del hemisferio norte, donde la pandemia llegó antes, para prepararnos de mejor manera y así poder tratar mejor a nuestros pacientes. Aquí fue clave la colaboración entre diversos centros a nivel internacional, tanto para compartir experiencias y conocimientos, como para estrechar lazos que nos sean útiles una vez que la pandemia acabe”, dice.
El Dr. Claudio Vallejos Lobos, quien era director del Depto. Cirugía Vascular Sociedad de Cirujanos de Chile para la fecha de creación de Sochivas (2013), resume así los aprendizajes del 2020: “La práctica de la especialidad se vio envuelta en priorización, postergación y constante aprendizaje”, Y lo explica: “Priorización, porque la realidad asistencial electiva y de urgencia siempre llevó a su lado el fantasma del COVID 19, cambiando la distribución de recursos, la manera de resolver cada caso, debiendo decidir en muchas veces quien debía esperar o simplemente limitarlo a resoluciones de baja complejidad y menor riesgo, y en casos extremos, de común acuerdo con la familia, asumir que el paciente no era rescatable. Postergación ya que muchas de nuestras prestaciones quirúrgicas electivas las suspendimos por meses para no exponer a nuestros pacientes; de hecho, algo de tan bajo riesgo como acudir a control médico se limitó a lo estrictamente vital. Y constante aprendizaje, como retomar epidemiología, virología. Informarnos de cómo proteger a nuestros pacientes y equipo de trabajo, de cómo cuidarnos; aprender a usar nuevas mascarillas, incorporar escudos faciales o protectores oculares; asepsia más allá del pabellón; nuevos protocolos de trabajo, dinámicos adaptándose a la evidencia que aparece; nuevas formas de resolver cómo telemedicina y reuniones virtuales, que, si bien ya existían, nosotros no estábamos preparados”.
Para nuestra sociedad médica, el escenario de pandemia también ha implicado desafíos y aprendizajes que todos califican como positivos. “Hemos tenido que realizar todas las actividades docentes posibles, desde nuestros hogares o lugares de trabajo vía streaming; ha sido una experiencia nueva e interesante, con ventajas y desventajas, pero, al fin y al cabo, provechosa”, señala el Dr. Sepúlveda. Con él coincide el Dr. Schwartz, quien señala: “hemos tenido que adaptarnos a esta nueva normalidad en la que actividades sociales y académicas habituales no han podido realizarse de forma presencial ante las restricciones sanitarias que se han debido adoptar. Como consecuencia se han tenido que desarrollar nuevas estrategias para continuar desarrollando cursos y congresos no presenciales en formato online. Ha sido un gran desafío; sin embargo, el resultado ha sido muy positivo logrando actividades de alto nivel académico y con asistencias históricamente altas”.
Desafíos para el 2021
Dr. Gustavo Sepúlveda: “Probablemente tendremos que seguir con el mismo método o al menos durante el primer semestre. Nos espera un mundo de incertidumbre en el que tenemos que aprender a estar más tranquilos con nosotros mismos. Pese a que aún dudamos y nos preguntamos si todo esto será un paréntesis en nuestras vidas o si los cambios han llegado para quedarse, eso no tiene que dar lugar a algo negativo. Por nuestra parte haremos el mayor esfuerzo, aprovechando las herramientas que nos ofrece la tecnología, para desarrollar todas las actividades que la SOCHIVAS se planteó y que podamos estar a la altura de los objetivos de esta Sociedad”.
Dr. Eitan Schwartz: “Esperamos seguir mejorando y aumentado el número de actividades este año que comienza, puesto que estamos convencidos que en momentos difíciles como este se hace aún más importante contar con una sociedad fuerte que nos ayude a enfrentar los duros desafíos que vienen por delante”.
Dr. Felipe Corvalán: “Con todas las experiencias vividas antes mencionadas, creo que el desafío para la especialidad es construir una plataforma y un mindset en los cirujanos vasculares que se adapte a los nuevos tiempos. Debemos ser capaces de incorporar a nuestra práctica habitual todos los nuevos aprendizajes que la pandemia enseñó, y eso debemos lograrlo en un plazo muy corto”.
Dr. Claudio Vallejos: “El desafío principal es aprender, asumir que las verdades son cada vez más dinámicas y potencialmente efímeras. Seguiremos priorizando. adaptándonos a la realidad epidemiológica del momento, buscando el menor riesgo ya no solo para el paciente, para todos. No debemos perder la autocrítica y estar atentos a las potenciales decisiones mal tomadas. Con lo aprendido, podremos postergar menos, ya sabemos que los riesgos son distintos y tenemos estrategias para disminuirlos. La telemedicina con sus virtudes y defectos se posiciona como una alternativa, la que deberemos aprender a usar muy consciente de sus limitaciones. Reuniones y cursos virtuales serán la alternativa académica del 2021”.
Nota de la redacción: Por motivos de agenda, el Dr. Michel Bergoeing Reid, primer presidente del Directorio de SOCHIVAS (2013 – 2015), no pudo responder esta entrevista.
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