De acuerdo al Minsal, los accidentes cerebrovasculares son hoy la principal causa de muerte en Chile, que pueden tener su origen en el estrechamiento excesivo de la arteria carótida, lo que impide la irrigación de sangre al cerebro, provocando un derrame.
Se calcula que entre un 10 y 20 por ciento de los Accidentes Cerebrovasculares (ACV) tienen como causa una estenosis de la arteria carótida o estenosis carotídea, una patología vascular que se caracteriza por un angostamiento de las grandes arterias ubicadas a ambos lados del cuello y que transportan sangre hacia la cabeza, la cara y el cerebro. Este angostamiento suele ser el resultado de una acumulación de placas de ateroma al interior de las arterias, conocida como aterosclerosis. Si la estenosis avanza, puede llegar a disminuir el flujo hacia el cerebro o bien bloquear por completo la arteria e impedir la irrigación de sangre al cerebro, provocando un derrame o ACV.
El ACV constituye uno de los mayores problemas sanitarios de nuestros tiempos y figura como una de las tres principales causas de muerte en el mundo occidental, la primera causa de discapacidad física en adultos y la segunda de demencia. En Chile, el ACV es la primera causa de mortalidad y se estima que muere una persona cada hora por esta causa y se ha constituido como un problema crítico de Salud Pública.
Factores de riesgo
- Presión arterial alta.
- Consumo de tabaco.
- Niveles altos de lípidos en la sangre.
- Antecedentes familiares de aterosclerosis o enfermedad de las arterias coronarias.
- Edad avanzada.
- Sobrepeso/Obesidad.
- Apnea del sueño.
- Falta de ejercicio.
Síntomas
En los estadios iniciales, es probable que la enfermedad de la arteria carótida sea imperceptible, ya que a menudo no produce síntomas, hasta que su gravedad es tal que causa un ACV o un accidente isquémico transitorio. En tal caso, los síntomas son:
- Debilidad repentina en las extremidades, por lo general, en un solo lado del cuerpo.
- Dificultades repentinas para hablar y para comprender.
- Dificultades repentinas para ver con un ojo o con ambos.
- Mareos repentinos o pérdida del equilibrio.
De presentar cualquiera de estos síntomas, incluso si duran poco tiempo, se recomienda consultar de inmediato al médico o en la Urgencia más cercana. Ante factores de riesgo, incluso si no se manifiestan signos ni síntomas, el consultar con antelación aumenta las probabilidades de detectar esta patología y tratarla antes de que se produzca un ACV, que puede ser incapacitante.
Prevención
- No fumar.
- Mantener un peso saludable.
- Limitar el consumo de colesterol y grasas, en especial grasas saturadas.
- Comer una variedad de frutas y vegetales.
- Limitar el consumo de sal (menos de 1,5 g de sodio al día).
- Hacer ejercicio regularmente.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Controlar enfermedades crónicas, tales como diabetes o presión arterial alta.
Diagnóstico
La estenosis de la arteria carótida debe ser diagnosticada por un especialista vascular, quien seguramente comenzará por revisar la historia clínica del paciente y un examen físico para detectar si hay algún silbido o soplo en la arteria carótida, característico de una arteria estrecha. También revisará las capacidades físicas y mentales del paciente, como fuerza, memoria y habla.
Según sea el caso, puede decidir hacer pruebas de imagen para un mejor diagnóstico, que incluyen:
- Ecografía de las arterias carótidas.
- Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM).
- Angiografía por TC o angiografía por RM.
Tratamiento
En función del grado de estenosis y otros factores, el cirujano vascular determinará el tratamiento a seguir en cada paciente. En general, se pueden distinguir tres actuaciones:
- Control de los factores de riesgo cardiovascular
- Tratamiento médico con fármacos
- Revascularización carotídea, para eliminar el estrechamiento en la arteria.
Existen otras variables a tener en cuenta a la hora de indicar el mejor tratamiento, por lo que es imprescindible que el paciente sea evaluado por un médico especialista en este tipo de patología. Los casos severos de estenosis generalmente requieren de Endarterectomía Carotídea. Esta cirugía se realiza hace más de 50 años, es muy poco dolorosa y tiene una rápida recuperación y alta hospitalaria. Una opción menos invasiva, recomendable para algunos pacientes, incluye una angioplastia y colocación de stent en la arteria carótida, lo que permite para ampliar su luz y mantenerla abierta.
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