Desde Punta Arenas, donde ejerce, el Dr. Sagüés analiza el desarrollo de la cirugía endovascular y su práctica en Chile.
A más de 3 mil kilómetros de Santiago, en la austral ciudad de Punta Arenas, el doctor Rodrigo Sagüés (casado, 3 hijos) es uno de los dos especialistas en Cirugía Vascular que ejerce en la provincia de Magallanes. Oriundo de Santiago, optó por vivir y trabajar tan al sur “por el deseo de salir de la capital en busca de ser útil en provincia, en donde la necesidad de especialistas es un problema diario”.
Tras titularse de Médico General en 1999, en la Universidad de Chile, cursó la especialidad de Cirugía General en esa misma casa de estudios entre 2000 y 2003, y luego la subespecialidad de Cirugía Vascular en la Pontificia Universidad Católica entre 2004 y 2006. Hoy ejerce como cirujano vascular en el Hospital Clínico de Magallanes y realiza residencia de UCI en la Unidad de Paciente Crítico del mismo Hospital. A ello suma interconsultorías como especialista en Clínica Magallanes. Además de participar en diversos cursos y congresos de la especialidad durante su carrera, el Dr. Sagüés realizó un diplomado en Administración de Instituciones Públicas y Privadas de Salud en la Universidad de los Andes, y en los ratos libres se dedica al montañismo, corre, esquía, lee y toca piano.
¿Qué lo llevó a ejercer la medicina en Punta Arenas?, le preguntamos al iniciar la entrevista. Y recuerda: “Habiendo conocido lo maravilloso de la zona, consideramos con mi señora, recién casados, que sería un buen lugar para crear familia. Cuando llegué, en 2003, a trabajar como cirujano general, de inmediato me enfrenté a la realidad en Punta Arenas, a la severidad de la enfermedad cardiovascular, el aislamiento y la nula capacidad de resolución de la patología vascular de urgencia. La oportunidad de formarme como cirujano vascular vino luego de una estadía de perfeccionamiento en el Hospital Barros Luco. A principios de 2004 se gestiona con el doctor Kramer, la escuela de post grado de la UC y el Servicio de Salud Magallanes, mi llegada al equipo de cirugía vascular acá, para realizar la beca formal y convencido de mi retorno a Punta Arenas.
- En términos simples, ¿qué se entiende por cirugía endovascular y cuáles son sus ventajas respecto de la cirugía vascular tradicional?
La cirugía endovascular consiste en el conocimiento y aplicación de las herramientas, dispositivos y técnicas para el manejo de la patología vascular en forma menos invasiva. Este tipo de cirugía tiene como ventajas el poder ampliar el grupo de pacientes que se puedan tratar – podemos incluir a pacientes con una morbilidad mayor, algunas veces prohibitiva para cirugía convencional -, recuperación post operatoria más rápida y menos tasa de complicaciones en relación a las incisiones o accesos. - ¿Cómo ha ido evolucionando la cirugía endovascular y qué enfermedades se pueden abordar hoy mediante este tipo de cirugía?
La evolución de la cirugía endovascular ha sido violenta, a veces alarmante, con la industria más rápida que la evidencia y con muchos actores involucrados, no solo cirujanos vasculares, quienes hemos tenido que incluir en nuestra formación tradicional estrategias y técnicas que no conocimos en nuestro entrenamiento original. Pese a ello, el crecimiento y el estudio de la cirugía endovascular, en cuanto a sus resultados y alcances, ha permitido posicionarse como alterativa segura, y a veces de elección, en algunas patologías. Destaco en esta área la patología de aorta torácica descendente y abdominal, tanto aneurismática como disecciones o síndromes aórticos agudos; la enfermedad arterial oclusiva de extremidades, visceral y carotídea en pacientes seleccionados; oclusiones venosas y manejo de complicaciones de accesos vasculares, y también trauma y urgencias vasculares. Sin extenderme mucho más, el manejo del ACV en agudo, embolizaciones de todo tipo (en trauma, tumorales, malformaciones vasculares), manejo de complicaciones vasculares generadas en cirugías de otras especialidades son otra área de resolución en las que el cirujano vascular debe participar, ahora o en un futuro cercano. - Mirando hacia Chile, ¿cuál es la situación actual de la cirugía endovascular en nuestro país y cómo estamos en relación a otros países?
La realidad es que somos pocos cirujanos endovasculares. La mayoría de los pacientes pertenecen al sistema público de salud y me atrevería a decir que estamos tendiendo a un equilibrio en las dotaciones de subespecialistas entre los sistemas privado y público. Aun así, nuestro número es insuficiente y el número de pacientes interminable. El éxito de la cirugía endovascular radica en llegar a tiempo, no solo en los casos de urgencia, sino precozmente. En un sistema de salud saturado esto es muy difícil, ni hablar del manejo de los factores de riesgo, fundamental para el éxito de las intervenciones. Tengo la certeza que la cirugía endovascular se realiza con buen nivel en casi todas las regiones del país, principalmente gracias al esfuerzo de cirujanos vasculares que asumieron no solo la carga de su formación sino también, como en mi caso, el partir absolutamente de cero. No tengo parámetros de comparación de nuestra práctica con países más cercanos, aparte de Brasil y Argentina, pero en nuestro país solo faltan en las regiones de O’Higgins y General Carlos Ibáñez del Campo. Por supuesto, el mayor volumen existe en Santiago, pero las provincias han logrado, con esfuerzo, afiatar equipos de trabajo con resultados que esperamos compartan siempre en nuestra sociedad SOCHIVAS. Y en mi región, Magallanes, hemos logrado desarrollar la especialidad en casi su totalidad entre dos subespecialistas con similar formación, evitando la migración de pacientes a la zona central en donde sufrían el desarraigo de sus familias en un período de angustia como es el tener una enfermedad grave. Con la ayuda de nuestro centro formador y colegas de otros equipos, y, por supuesto, considerando la distancia como un factor en contra en relación al acceso a dispositivos de urgencia, el desarrollo de la cirugía endovascular en Magallanes lo consideraría como un éxito, destinado solo al crecimiento. - ¿Qué insumos y dispositivos hacen posible aplicar estas técnicas endovasculares? ¿Chile cuenta con ellos?
El desarrollo de la industria en cuanto a guías, catéteres, prótesis, stent de cada vez menor perfil, nuevas características y medicación, ha generado un avance enorme en la especialidad. Las imágenes que obteníamos hace diez años atrás no tienen comparación con lo que vemos hoy y el acceso a estas nos ha permitido programar con mayor seguridad las estrategias para manejo de la patología. Chile cuenta con prácticamente todo lo necesario para la práctica de la cirugía endovascular, incluso antes que países considerados primer mundistas, dado en parte por la diferencia en las regulaciones de ingreso de estos dispositivos al país. La limitante real son los costos, que los asume el Estado o los propios pacientes en algunos casos de prestaciones privadas. - Respecto al desarrollo de instrumentos quirúrgicos mínimamente invasivos, ¿hacia dónde se está apuntando actualmente? ¿Hay algún país que se destaque en esta materia?
En relación al desarrollo de instrumentos mínimamente invasivos, Chile no participa en ello. A nivel latinoamericano, Brasil siempre ha destacado con manufacturas propias apoyadas por políticas estatales. En Europa, Alemania ha aportado con insumos de gran calidad; China no se queda atrás, y, por supuesto, Estados Unidos.
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